Aunque parezca increíble o un ejemplo de amor imposible, lo cierto es que muchas plantas y arbustos prefieren la madrugada al día. Son las flores de la noche otra vertiente más de la naturaleza, las cuales nutren con su aroma y colorido los oscuros ocasos del mundo.

En este artículo, os desvelaremos los secretos de las nocturnas, unas flores tan hermosas como las diurnas que se abren y florecen más allá del atardecer. Algunas incluso, viven única y exclusivamente por una noche. Fragantes y bellas, las flores de la noche son otro regalo del reino vegetal a tener muy en cuenta.

Prefiriendo la noche al día

Multitud de especies vegetales han encontrado en las horas más oscuras de la jornada un ambiente en el que sobrevivir y desarrollarse generación a generación.

Se trata de flores que, en su hábitat nativo, conviven con animales noctámbulos como mariposas, insectos, murciélagos o polillas, quienes participan en un proceso trascendental: la polinización. Al rayar la luna y las estrellas, estas flores despliegan sus pétalos de tonos pálidos y despiden una fragancia que recorre los ensombrecidos bosques y selvas. Los animales se sienten atraídos por su colorido y aroma, posibilitando la reproducción de las plantas nocturnas.

En el desierto, donde tan elevadas son las temperaturas diurnas, algunas plantas sobreviven en la fría noche. Sólo en la madrugada, menos abrasadora que el resto de la jornada, pueden abrirse estas flores del desierto.

Como luces en la noche

Las flores nocturnas son una muy buena opción para decorar balcones, ventanas, muros, jardines y patios. Generalmente portan colores en blanco o tonalidades suaves como el crema, el rosa o el amarillo. De esta forma, cuando se abren en la noche parecen teas brillantes en la oscuridad, como unas inusitadas bombillas.

Por ello, estos ejemplares son ideales para alumbrar los caminos de un parque, organizar cenas bajo la luz de la luna, pasear por el jardín cuando todos duermen o crear sosegadas atmósferas en la noche cerrada.

Además, dado su necesidad de atraer a los animales, estas plantas irradian un intenso perfume, que en ocasiones viaja cientos de metros de distancia. Son, en definitiva, flores únicas con las que concebir seductores ambientes nocturnos.

A continuación, os daremos a conocer algunas de las flores nocturnas más destacadas.

Onagra vespertina

La onagra es una planta de jardín originaria de Norteamérica que, debido a su primorosa apariencia, se ha cultivado desde hace siglos como flor de jardín. Los pétalos muestran su color amarillo pálido a partir de la tarde, cuando se abren en busca de la luz lunar. También existen variedades en rosa claro y en blanco. Además de como flor ornamental, la onagra es conocida también por su aceite.

Ipomea alba

Llamada popularmente flor de luna, esta enredadera de floración nocturna crece en las zonas tropicales de América, desde Florida hasta Sudamérica. Cultivada como planta ornamental, su crecimiento anual está subordinado a temperaturas tibias y cálidas, ya que no soportan las heladas. La planta puede trepar por muros y rejas, engalanándolos con su matiz y textura. Sus flores pueden ser de color blanco o rosado y comparten un tamaño considerable, con diámetros de hasta catorce centímetros.

Brugmansia

Esta exótica planta centroamericana crece hasta formar un pequeño árbol de tres metros. De sus largos y verdosos tallos penden unas gigantescas flores acampanadas que pueden medir hasta treinta centímetros de longitud. Sus pétalos acostumbran a ser de color blanco, aunque también existen géneros en rosa y amarillo. Al abrirse por la noche, emiten un perfume que en su entorno natural atrae a numerosos murciélagos. Hay que destacar que esta planta es tóxica, por lo que si se decide cultivar en el centro del jardín para alumbrar la madrugada, conviene alejar a las mascotas de ella.

Cestrum nocturnum

Bautizada como dama de noche o galán de noche, se trata de un arbusto que puede alcanzar los cinco metros, y cuyas inflorescencias forman una especie de racimo donde surgen pequeñas florecillas verdosas o amarillas. Es una planta delicada, de crecimiento rápido y finas ramas, muy cultivada durante el verano en los patios y jardines de interior. Por las noches, cuando florece, rezuma un fuerte perfume a jazmín que se puede extender en un largo perímetro.

Nicotiana alata

Ésta es una especie de tabaco a veces denominada reina de la noche, si bien este apodo es más común para otra planta nocturna llamada Selenicereus grandiflorus. En cualquier caso, la Nicotiana alata es una planta muy comercial de grandes flores blanquecinas que, al abrirse en la noche, dispersa un aroma que persiste hasta bien entrada la madrugada.

Mirabilis jalapa

Una planta muy particular conocida como dondiego de noche. Curiosamente, en el mismo ejemplar pueden germinar flores de distintos colores. Las tonalidades más comunes son el blanco, el rosa y el violeta. Los pétalos de esta planta se extienden a la tarde y durante la noche emiten una fresca fragancia. Las flores persisten abiertas más allá del amanecer, cerrándose al entrar el mediodía.

Epiphyllum oxypetalum

Esta planta recibe románticos nombres como novia de la noche o enamorada de la noche, quizá porque sus hermosas y grandes flores sólo duran una jornada. De un tamaño cercano a los 25 centímetros de diámetro, irradian un intenso olor cuando sus numerosos pétalos se abren al atardecer. Al llegar la mañana, esta inocente flor se seca y muere.

Porque las noches también son hermosas

Las especies nocturnas de flores se contabilizan por miles, y son una prueba de cómo la naturaleza se abre camino en los ambientes menos creíbles, utilizando para ello el disfraz del aroma y el color.

Con estas cualidades, no se puede dudar de la gracia de plantar flores nocturnas en jardines, patios y parques. Su espectacular tamaño, fragancia y apariencia son indispensables para engalanar cualquier espacio verde que se precie.

En definitiva, si estás en disposición de renovar tu jardín ornamental no dudes en cultivar estas preciosas flores de la noche. Te aseguramos que no te arrepentirás.

SOBRE EL AUTOR